Pensarón sus dedos, la eleción pequeñosima
de venturas y Sandalos, escondio una memoria
risueña, galoparón sus caballos infantiles,
brilla la oropendola.
Casas de muñecas, ho mundillo dulce,
en estancias de miel adormesi... para mi
la vición perfecta, jugue mas luego, y
alli se allaba una niña, mesas de té,
plateria tallada, fina seda oriental...
Dicha encajada, el atico resalta, juego
sobre este rincón, de pequeñas figuras,
destellos de recuerdos, y sierro ya su
puerta maxima, sierro ya un cuento de otoño,
mi casa breve, las estancias de mi corazón.
M.A. 28/3/11 y 29/3/11