Lecciones delante de mi madre, a mi madre
rendí un día, las voces de los años
mas ardientes, añosos de un pasado de ciertas voces,
de ellos a mi lengua y luego ante su frente, espera y paciente.
Recordar ya me es sensible, empezar no duele mucho,
alcanza hacia mis memorias, el frondoso
sendero habitado, celadores y maestros
rayan a mis pálidas cienes, pero a ti, atenta te rezare mis tareas.
Ante los monumentos, recordare, sobre dictaduras,
una grave expresión que se estrecha sobre pasajes
y otras huellas, te he iluminado levemente,
pero tu sonrisa fue mi máxima aprobación.
M.A. 25/5/11 y 26/5/11
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