A mi misma soy, quien un alma va
sobre un camino solitario, hoy niña bella,
bestida de seda, placida ante las coronas risueña de primaveras.
A mi misma soy, la opera divina que a soplado Dios,
una rosa blanca que despertaba, un as de luz
sobre las palmas de polvo, llebame, si quieres,
abrigame antes, y algun despues de las sonatas.
A mi misma soy oro y marfil, que la casa de
Austria a dado a tus jardines, que la pompa
y la miel, sutil, a de llegar en tus escondites,
marchare despues, despues la purpura y el Liz.
A mi misma soy, un simple pensamiento de Dios,
hacia la Francia bonita me esperan, hacia los escalones
aureos pisare, entre extraños ya voy, pero sentada
a la derecha del padre reinare.
M. A. 24/3/11
apasionalte la vida de Maria Antonita,pasarán los siglos y siempre estará vigente, te felicito por traerla a la memoria
ResponderEliminargracias por tu visita y comentario,es hermoso permitirnos ecribir lo que sentimos´es como tu dices una terapía, o un cedante,llevamos historias,reales e imaginarias mezcladas con la imaginación ,un abrazo
seguimos unidos al placer de escribir...
Gracias compañera, estaremos para ilustrar nuestras libertades, y gracias por tu visita!
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